EL FARO,

El faro sueña tu nombre
en los oleajes callados
y embravecidos silencios
te nombran y nombran.
Tu sencillez es inocencia
de tu boca la paciencia
de los peces en noviembre.
Que juegan enternecidos
a morir en tus sentidos.
Eres pureza en la brisa
y en la maleza de tus años
onda frecuente.
Nadie te da la simpatía
de la luz en lejanía.
Te nombra el faro en la sombra
de opacas estrellas silenciosas.
El mar es un gran aliado
cuando el corazón murmura.
La brisa marina acuna
los valses triangulados
de un amor alucinado
de un faro enamorado.
Niña guatemalteca,
niña serena y mía.

Rafael Deliso
Octubre 2018
 
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UN NIÑO SOLO EN LA NAVIDAD DEL SUR.

"Cet enfant c'est moi".

Un niño solo en la Navidad del sur
extiende su mano sobre la avenida poblada
y lejos de su casa y de su tierra
sufre las indiferencias de la gente.
¡Oh estrella fría del sur!
Primavera de raigambres silenciosas.
Su famélica cara distraída
sonrosa las verdes praderas  donde
caballos pastan bajo el cielo pluvioso.
¡Oh estrella fría del sur!
¡Tan solo y sin nadie! 
Extiende su mano y apenas unas moneditas
dejan caer.
Y dentro del corazón su trópico
llora ríos de sangre.
No se mendigan palabras ni vocales.
¡Oh niño del sur en sus silencios!
La Navidad pasará como ráfaga de indiferencias.
Tu mesa un trozo de pan y tus manos.
¡Oh niño de la Navidad del sur!
Guarda tus flores en tu corazón y ofrece
tu perfume aunque lo pisen.
Vendrán nuevas navidades y tu corazón arraigado
a la estrella cálida de tus bondades y dolores.
¡Oh niño sembrado en la tierra del sur!


Rafael Deliso Guerra.
20/12/2018

 
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NOCHES DEL SUR.

Cuando llegaste corazón,
el corazón se hizo lienzo
y acuarela.
Aprendí de las tardes
ver el reloj de tus ojos café,
y sentado en los cúmulos del cielo
merodeaba en la miel
del crepúsculo tu presencia
de relámpago.
Amarte ha sido mi camino.
Rosas y espinas.
Volcanes y quetzales
sobre el estallido del suspiro
en la centella.
En tierras fría del sur
enraizo tu nombre junto al
mío.
Amarro una cinta roja
a la corteza del pino.
Tu rostro maya
a la selvática fragancia
del eucalipto en mi paso
por donde te derramas tú.
Eres divino perfume
del romero
donde floreció en primavera
el deseo escondido
tuyo y mío...
Tan enamorado
como la luna desnuda de tu casa,
en los volcanes de Centroamérica,
a mi luna tropical,
y ahora fría
en las noches del sur,
donde te hago más mía,
más mía
y profunda,
desahogada y trivial
contigo
y conmigo
con nosotros,
en los pensamientos
que van y vienen
en nuestros desvaríos
de inocencias ternuras...


Rafael Deliso Guerra

3 de noviembre de 2018
Uruguay, Punta del Este.