martes, 24 de mayo de 2022
miércoles, 7 de abril de 2021
SOLSTICIO DE VERANO.
SOLSTICIO DE VERANO.
Sobre la charca infinita
un grillo con palos
da un concierto de violín.
Y al atardecer
cuando se llena de silencio
el basurero del pueblo
mariposas vuelan
en la dulzura podredumbre
del cielo rojo azul lejano.
Anida el rayo detrás de tus ojos.
Detrás de los serafines canta un gallo.
Y dentro tuyo el jardín despierta,
despierta en la charca
y en el basurero.
Y tu sombra infinita me arropa.
Vengo DESNUDO de tus hilos.
Correteado por peces eléctricos.
Y en las aguas nos besamos.
Cargo un lirio en mi solapa.
Y tú los amaneceres colgados
en la luna de septiembre.
El grillo y la mariposa
nos saludan vestidos
de polvareda...
Somos tierra imantada
en el solsticio enjambrado
de este largo verano
sin ti.
Sin mí.
Rafael Deliso Guerra
6 de abril 2021
URUGUAY.
SOLSTICIO DE VERANO. por Rafael Deliso. se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en https://ubunturamade.blogspot.com/2021/04/solsticio-de-verano.html?m=0.
lunes, 15 de febrero de 2021
CRÓNICA DE UN RÍO. RÍO ARIGUANABO.
CRÓNICA DE UN RÍO
RÍO ARIGUANABO.
Al sur, 15 kilómetros <La Habana>
San Antonio de los Baños.
Lugar del Humor y de otrora plantaciones
de tabaco a su alrededor.
Cortada en dos por el río,
viaja éste de norte a sur.
Ciudad cuyo nombre
refleja lo que fue.
Sus orillas acantonadas de aguas cristalinas.
De mayor caudal <ab initio>
y de visitantes
al nado y a la pesca
Hoy un leve y distante recuerdo.
La naciente del río
a un brazo de 11 kilómetros al norte.
Brotando de manantiales
y de ojos de agua
de la Laguna ARIGUANABO.
Nacido de un desgaste telúrico
y de una falla geológica.
El ARIGUANABO va serpenteando
con su andar sereno y misterioso,
atravesando curvas del pueblo de San
Antonio y sorprendentemente desaparece
siendo tragado por la Cueva del Sumidero
para luego aparecer nuevamente
después de un recorrido de 20 kilómetros
en playa Cajío.
Por debajo
en las Cuevas de Eustaquio
y Homobono, aflora vestido de bata de hojas
de mar.
Es la magia telúrica
el río vuela subterráneo como halcón
en el cielo de la tierra hacia el mar.
Corre con alas impregnado de cielo
de extrañas aves.
Con los olores de conquistas.
Y de voces regadas de indígenas en sus muros.
Y de vestidos de lujo.
Un artista plástico pintó
y escribió con esencia en un borde del canal :
<<El río se lleva las almendras, hasta el último rincón, hasta donde se guarda tímido bajo el corazón de las piedras>>
II
Crónicas y leyenda de la Cueva del
Sumidero.
En el contexto de los primeros pobladores
que ocuparon por derecho el lugar
de la cueva.
La Ceiba y la Palma real florecían en la entrada
sobre su techo primaveral.
Un día de fuerte aguacero cayó sobre la Palma
un voraz e ígneo rayo que la destruyó y la indefensa Ceiba muy herida se derrumbó
sobre la entrada de la cueva.
En los años de 1877 fue la Ceiba resembrada y en su honor grandes alegrías y fiestas populares
<pero la palma no se restauró ya que era considerada por los españoles como símbolo de cubanía e independencia>
Leyenda.
Se dice en narraciones orales antiguas que muchas personas a lo largo de los años, han sido devoradas por un extraño dragón de agua en la entrada de la cueva cuando aparecen los ciclones, las inundaciones y las crecidas del río.
Son leyendas que corren. Lo cierto es que muchas personas han desaparecido en la cueva por causas misteriosas.
Rafael Deliso Guerra
15 de febrero 2021
Uruguay
http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
<a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/"><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="https://i.creativecommons.org/l/by/4.0/88x31.png" /></a><br /><span xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" property="dct:title" rel="dct:type">CRÓNICA DE UN RÍO. RÍO ARIGUANABO </span> por <a xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/cronica-de-un-rio-rio-ariguanabo.html?m=0" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Rafael Deliso. </a> se distribuye bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional</a>.<br />Basada en una obra en <a xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/cronica-de-un-rio-rio-ariguanabo.html?m=0" rel="dct:source">https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/cronica-de-un-rio-rio-ariguanabo.html?m=0</a>.
sábado, 13 de febrero de 2021
DESDE UN LUGAR DE ÁFRICA.
Señor.
he cruzado este desierto
y rosas no he visto
y espinas he sentido del viento
perforar mis pies.
Hazme saber hacia dónde ir.
Que en mis ojos
tus ojos lleven la dirección.
Tengo sed.
Y hambre de tu cuerpo mi Dios.
Pan y manantiales
fluyendo hacia mi cuerpo cansado.
Sigo tu ruta
el mapa en mis pasos.
Eres el génesis
y soy el éxodo
donde tus mieles
conducen mis abejas
a tus panales.
Rafael Deliso Guerra.
Uruguay 2020
Lunes 10 de febrero
<a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/"><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="https://i.creativecommons.org/l/by/4.0/88x31.png" /></a><br /><span xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" property="dct:title" rel="dct:type">Desde un lugar de África </span> por <a xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" href="visitantes lo sepan! <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/"><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="https://i.creativecommons.org/l/by/4.0/88x31.png" /></a><br /><span xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" property="dct:title" rel="dct:type">DESDE UN LUGAR DE ÁFRICA </span> por <a xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Rafael Deliso </a> se distribuye bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional</a>.<br />Basada en una obra en <a xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1" rel="dct:source">https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1</a>" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Rafael Deliso </a> se distribuye bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional</a>.<br />Basada en una obra en <a xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="visitantes lo sepan! <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/"><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="https://i.creativecommons.org/l/by/4.0/88x31.png" /></a><br /><span xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" property="dct:title" rel="dct:type">DESDE UN LUGAR DE ÁFRICA </span> por <a xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Rafael Deliso </a> se distribuye bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional</a>.<br />Basada en una obra en <a xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1" rel="dct:source">https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1</a>" rel="dct:source">visitantes lo sepan! <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/"><img alt="Licencia Creative Commons" style="border-width:0" src="https://i.creativecommons.org/l/by/4.0/88x31.png" /></a><br /><span xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" property="dct:title" rel="dct:type">DESDE UN LUGAR DE ÁFRICA </span> por <a xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Rafael Deliso </a> se distribuye bajo una <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional</a>.<br />Basada en una obra en <a xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1" rel="dct:source">https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/desde-un-lugar-de-africa.html?m=1</a></a>.
LA CASA EMBRUJADA.
LA CASA EMBRUJADA.
Sobre muertos y aparecidos se han escritos muchas cosas, quizás verosímiles o tal vez inverosímiles . Lo que les relataré sucedió por allá en 1962. Es una historia real pues la viví.
Me llamo Juan de Los Ríos y nací en una ciudad centro norte costera de mi país. Era una ciudad pujante que se abría con ganas de desplazar a las otras ciudades. Su desarrollo industrial aunado al progreso de sus gentes le abría un camino prometedor.
Llegué a aquella casa plantada sobre un arrozal a los seis años. Era de tablas y madera. Era la casa de mi ciudad donde apenas Tomasso Giovanni quién la compró vivió poco tiempo para luego vendérsela a mi padre.
Fue esa tarde, unas de tantas, cuando mi madre habló con doña Flor, pues las vi muy cerca platicando de un viaje. Pero aquella tarde era distinta. Recuerdo que un ave de extraño canto empezó a cantar en un árbol no muy lejos de allí.
Concertaron entonces sobre esos planes ese día viernes y el lunes de aquel mes de enero nos dejaron en casa de doña Flor.
Relataré mi vivencia pues la versión de mi hermana quizás sea similar o distinta a la mía.
Nos metieron en casa de doña Flor Galíndez y recuerdo que la cama estaba contigua a la cocina. Dicen que las brujas no existen o que los duendes aparecen en los cuartos tocando tus objetos o tu cama.
Sobre el suelo habían varias velas prendidas.
Iluminaban parte de la cocina y el cuarto.
Desde mi cama miraba la luz. Eran como las doce de la noche. Y no podía dormir.
Y de pronto estaba allí. Suspendida sobre el suelo y pegada rígida o mejor decirlo ingrávida a la pared. EL ESPANTO.
Vestía un largo vestido de lino azul y larga cabellera.
Al principio no me asusté por verla de alguna manera de rostro hermoso. Luego al voltearme a ver a mi hermana, fue mi susto y asombro mayor y grité. Grité muy fuerte porque era una calavera.
Era hueso su rostro y se veía fantasmal.
Aquella noche fue interminable.
Nunca más pude dormir tranquilo.
Y desde ese día siento que sale de noche y me habla.
Las velas se encienden y se apagan solas.
Y se siente un lloro desde la soledad de aquella casa abandonada.
Y una mujer camina sola sobre el árbol de mango donde una luz se ve encendida y se apaga sola.
Y siento desfallecer en el recuerdo de esos días.
Recuerdos que no quiero recordar más.
Rafael Deliso Guerra.
Febrero 2021
Uruguay
<a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/"><img alt="Licencia de Creative Commons" style="border-width:0" src="https://i.creativecommons.org/l/by/4.0/88x31.png" /></a><br /><span xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" property="dct:title" rel="dct:type">LA CASA EMBRUJADA.</span> by <a xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/la-casa-embrujada.html" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Rafael Deliso</a> is licensed under a <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License</a>.<br />Creado a partir de la obra en <a xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/la-casa-embrujada.html" rel="dct:source">https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/la-casa-embrujada.html</a>.
SOBRE LA ARENA DEL MAR. L
SOBRE LA ARENA DEL MAR.
(BITÁCORA DEL PRIMER VIAJE)
RELATO
Sobre la arena del mar había improvisado mi barcaza. Era junio y el sol se hundía siendo impregnado por voraces serpientes ígneas. Pensé en atravesar un mar de dudas y sortilegios. Era una decisión tomada. O ir contra la corriente o hundirme en la incertidumbre. La noche anterior el cielo se había fundido de relámpagos y una parte de la tierra era arrasada por el fuego de flechas envenenadas del mismo volcán de fuego. Fue una interminable noche de víspera. No podía echarme para atrás. O atravesaba ese mar inhóspito o iba a ser devorado por los relámpagos o por el mismo fuego del volcán.
Para ir a verla era un largo camino. Difícil decisión la mía.
Me miré por el ojo de la aguja de ese atardecer y de ese sol naranja y zarpé. Era Junio 14. Miré el reloj y eran las seis menos quince. Me hice la señal de la cruz y emprendí el vuelo.
Atrás había dejado sueños y esperanzas para empezar nuevos sueños y esperanzas. Apenas la vida se había detenido sobre mis manos y empuñé fuerte el timón.
El corazón me latía más fuertemente y comenzaba mi historia y una nueva etapa por descubrir y desnudar.
Rafael Deliso Guerra
13 de febrero 2021
Uruguay
domingo, 31 de enero de 2021
SÁBADO 30 DE EENERO
SÁBADO 30 DE ENERO.
BREVE RELATO.
Desde esta ventana observo la noche. Preparo mi bitácora de viaje. Es sábado 30 de enero de un año cualquiera fuera de la orbita terrestre.
Desde mi timón preparo mi largo viaje.
Es extraño pero nadie me acompaña en esta travesía. Algunos pájaros marinos estuvieron boicoteando mi salida. Otros como gaviotas y golondrinas quedaron en el recuerdo de la tarde.
Miro las estrellas en el manto nocturno.
Echo mis ojos en la inmensidad del mar a través de mi ventana. El barco lentamente surca las calladas olas del infinito enjambre de agua y peces que me acompañan en esta noche.
Un intrincado mensaje no codificable surge en la lentitud de ondas que llegan a mi radio.
Me echo sobre la madera de la ventana.
Respiro profundamente. Aflora una pertinaz lágrima en forma de rocío entre los árboles.
Quizás una incipiente lluvia inesperada. A lo lejos un bostezo de la noche. Una dura frialdad incontestable. Un sudor de cielos arrugados.
Luego echo mi cabeza para atrás. Miro el periódico del día. Acobardo mis pies en las chancletas abiertas. Doy un giro de 360 grados.
Vuelvo a mi primera posición.
Recojo las monedas que se me han caído.
Me echo aire con el periódico. Cierro el libro.
Dejo que el barco navegue solo.
Me espera el primer puerto griego. Allí compraré especies y aceitunas. Algún aceite para frotar mi artritis.
Y desde la ventana pensaré en su nombre y dejaré la rosa sin espina que esta tarde corté en el rosal para ella.
Tal vez sea tarde para su regreso.
Rafael Deliso Guerra
30 de enero 2021
Uruguay.