Powered By Blogger
Todos los poemas son de mi autoría , y están registrados. . Con tecnología de Blogger.

Vistas a la página totales

Entradas populares

Translate

BUSCAR

sábado, 13 de febrero de 2021

LA CASA EMBRUJADA.




LA CASA EMBRUJADA.

Sobre muertos y aparecidos se han escritos muchas cosas, quizás verosímiles o tal vez inverosímiles . Lo que les relataré sucedió por allá en 1962. Es una historia real pues la viví.
Me llamo Juan de Los Ríos y nací en una ciudad centro norte costera de mi país. Era una ciudad pujante que se abría con ganas de desplazar a las otras ciudades. Su desarrollo industrial aunado al progreso de sus gentes le abría un camino prometedor.
Llegué a aquella casa plantada sobre un arrozal a los seis años. Era de tablas y madera. Era la casa de mi ciudad donde apenas Tomasso Giovanni quién la compró vivió poco tiempo para  luego vendérsela a mi padre.
Fue esa tarde, unas de tantas, cuando mi madre habló con doña Flor, pues las vi muy cerca platicando de un viaje. Pero aquella tarde era distinta. Recuerdo que un ave de extraño canto empezó a cantar en un árbol no muy lejos de allí.
Concertaron entonces sobre esos planes ese día viernes y el lunes de aquel mes de enero nos dejaron en casa de doña Flor.
Relataré mi vivencia pues la versión de mi hermana quizás sea similar o distinta a la mía.
Nos metieron en casa de doña Flor Galíndez y recuerdo que la cama estaba contigua a la cocina. Dicen que las brujas no existen o que los duendes aparecen en los cuartos tocando tus objetos o tu cama.
Sobre el suelo habían varias velas prendidas.
Iluminaban parte de la cocina y el cuarto.
Desde mi cama miraba la luz. Eran como las doce de la noche. Y no podía dormir.
Y de pronto estaba allí. Suspendida sobre el suelo y pegada rígida o mejor decirlo ingrávida a la pared. EL ESPANTO.
Vestía un largo vestido de lino azul y larga cabellera.
Al principio no me asusté por verla de alguna manera de rostro hermoso. Luego al voltearme a ver a mi hermana, fue mi susto y asombro mayor y grité. Grité muy fuerte porque era una calavera.
Era hueso su rostro y se veía fantasmal.
Aquella noche fue interminable.
Nunca más pude dormir tranquilo.
Y desde ese día siento que sale de noche y me habla.
Las velas se encienden y se apagan solas.
Y se siente un lloro desde la soledad de aquella casa abandonada.
Y una mujer camina sola sobre el árbol de mango donde una luz se ve encendida y se apaga sola.
Y siento desfallecer en el recuerdo de esos días.
Recuerdos que no quiero recordar más.

Rafael Deliso Guerra.
Febrero 2021
Uruguay

Licencia de Creative Commons

<a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/"><img alt="Licencia de Creative Commons" style="border-width:0" src="https://i.creativecommons.org/l/by/4.0/88x31.png" /></a><br /><span xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="http://purl.org/dc/dcmitype/Text" property="dct:title" rel="dct:type">LA CASA EMBRUJADA.</span> by <a xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/la-casa-embrujada.html" property="cc:attributionName" rel="cc:attributionURL">Rafael Deliso</a> is licensed under a <a rel="license" href="http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/">Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License</a>.<br />Creado a partir de la obra en <a xmlns:dct="http://purl.org/dc/terms/" href="https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/la-casa-embrujada.html" rel="dct:source">https://ubunturamade.blogspot.com/2021/02/la-casa-embrujada.html</a>.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario