Volaré en mi ventana, quiza no sea igual a la que muestras, pero será mi ventana.
Una ventana donde de noche miro un puñado de estrellas como gusanitos de luz que se mueven a lo lejos.
A veces son tímidas estrellas bañadas en mis ojos… Bañadas con el brillo de una luna solitaria y que parece una redonda estatua de queso que me mira con ojos interrogativos.
Más allá, largas nubes blancas en la oscuridad. Largas e infinitas como
caliginosas tizas que van escribiendo en el cielo nocturno un poema
interminable para ser leído por el amanecer.
¿Son nubes o promesas de la luna al sol?
La noche se traga a la noche misma.
Y no dejo de mirar y ser mirado por una planta que todas las mañanas acaricio y le doy besos de piel y de corazón.
¡Ah, mi ventana!
Ya la olvidaba…
La llevo a mi escuela, y le abro su corazón (porque las ventanas tienen corazón) a los niños para que entren
y salgan en sus sueños .
Me escondo en sus vidrios y madera.
En un espejo me miro y la miro.
La escondo en un trozo de papel. La erijo Reina de corazones.
Luego el día borra mi ventana en su olvido… Rafael Deliso 27/11/2014
Una ventana donde de noche miro un puñado de estrellas
como gusanitos de luz que se mueven a lo lejos.
A veces son tímidas estrellas bañadas en mis ojos…
Bañadas con el brillo de una luna solitaria
y que parece una redonda estatua
de queso que me mira con ojos interrogativos.
Más allá, largas nubes blancas en la oscuridad.
Largas e infinitas como caliginosas tizas que van escribiendo en el cielo nocturno un poema interminable para ser leído por el amanecer.
¿Son nubes o promesas de la luna al sol?
La noche se traga a la noche misma.
Y no dejo de mirar y ser mirado por una planta que todas
las mañanas acaricio y le doy besos
de piel y de corazón.
¡Ah, mi ventana!
Ya la olvidaba…
La llevo a mi escuela, y le abro su corazón
(porque las ventanas tienen corazón)
a los niños para que entren
y salgan en sus sueños .
Me escondo en sus vidrios y madera.
En un espejo me miro y la miro.
La escondo en un trozo de papel. La erijo Reina de corazones.
Luego el día borra mi ventana en su olvido…
Rafael Deliso
27/11/2014