El cielo encapotado con sus signos de lluvia.
La húmeda tierra respira con sus cantos.
Verde fragancia. Colores disueltos entre ramas
y piedras.
Quieta sensación de vida y muerte.
La mañana gira al reloj vital.
Pareciera el silencio hecho voz con dulces
y melódicas gotas sobre el tejado y techos de zinc.
Pasos de lontanas y fugaces hojas.
Emigran aves.
Trepo nubes con escaleras de sueño.
Vida y muerte se acercan y se alejan.
Esperanzas híbridas en lianas y helechos.
La lluvia hace surcos en el alma.
No hiere. No perfora.
Roe piedras y elementos metálicos.
Sacude, calma, construye, destruye.
Todo pasa a través de esa ventana.
Ciclos vivientes y silenciosos.
El alma se expande y se escapa.
El agua cae y limpia los cristales.
Late húmeda la mañana del 30 de junio.
Rafael Deliso
(30 de junio de 2011)
Este poema lo escribí en esta fecha y lo coloqué
en mi otro blog( Boscoso almanaque)
Lo quise colocar hoy aquí porque es un recuerdo
de escritura que una( mañana tarde) en un foro escribí
y se lo dediqué a una persona que nunca más vi desde ese
día. ¡Gracias por leer! Afectuosamente Rafael.03/09/2014
30 de junio. Día de lluvia. por Rafael Deliso se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://ubunturamade.blogspot.com/.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario