AÚN NOS FALTA UNA VIDA POR CAMINAR JUNTOS.

Aún nos falta una vida por caminar juntos.
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Ella, la mujer, madre,
síntesis de la vida.
Mariposa en el camino,
polvareda perfumada
en la ruta de piedras.
Va entre suspiros de rocíos
al amanecer,
con su carga de troncos y madera
a rehacer el día con la luz
y la chispa ígnea de sus soles.
Hacia Venecia, su aldea, en Zacapa,
va con sus sueños a cuesta.
Va silenciosa y con una sonrisa
que vale mil batallas en Troya.
Setenta y ocho años
en la primavera de sus ojos.
Resumida y resignada,
que para ella subir y bajar,
es alegría y dulzura.
Aún nos falta una vida por
caminar juntos.
Yo me llevo tus ojos hacia
el país de las ventanas abiertas.
Me llevo el arco iris
de tus labios en la lluvia.
Señora, madre y mariposa,
sus pasos llevarán
polvaredas perfumadas
en la ruta de piedras.
En el camino hacia Venecia
donde se funde
el maíz y el fríjol
en el tránsito olvidado
de los caminos silvestres
de Guatemala.

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Rafael Deliso
03/04/2016

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