Señora.
De su serena mirada y dulce presencia.
De sus latidos cercano y aún lejano.
De su infinira gracia e inefable belleza.
Soy su eterno admirador y enamorado.
El más pequeño de todos que embelesado
la mira en la distancia cantarina,
y soy nostalgia exquisita
en la comisura de tus labios y en tu risa.
Señora
que eres mi tesoro
en las noches de playa solo.
La huella en mis constelaciones
donde navega mi alma
en mis razones...
Rafael Deliso.
3/07/2016
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario