Me moriré entre magnolias
tal vez en un día lluvioso.
De Centroamérica a Sudamérica
en un aluvión de estrellas.
Salpicaré de volcanes mi cielo.
Un profundo río traerá la orquídea
de algún tepui de mi tierra.
Quiero que el Caribe bañe mis manos.
Que un sol tropical meza las palmeras
de lo que fui hecho.
Caracolas marinas y gaviotas.
Hay un lugar en el corazón donde nunca
deja de correr un viento apacible.
A dream of flowers
un coeur brûlant...
Ven primavera quema mis manos
con tu perfume.
Agonizo lejos sin su contexto de caricia.
¡Oh lejanía que percibe un Ulises de mis
textos roídos de distancia!
Muero tan lejos y tan solo.
Mendigando en algunos lugares un mendrugo
de pan.
Ítaca es un lugar tan distante ahora.
Los perros aquí comen mejor que algunos hombres.
Y los políticos salen a relucir las miserias
de su corazón.
En algunos lugares he visto la verdad que llamaba
Jesús entre los más pobres y desamparados.
Grandes carros viajan como sepulcros abiertos.
Y su hedor huele a perfume,a cremas y fragancias.
Hombres de corbatas y flux amildonados.
Vanitas vanitatum et omnia vanitas.
Asciende o desciende el alma
hasta las alturas del cielo o las profundidades
de la tierra.
Me moriré entre magnolias.
Un día luminoso del trópico.
El que Don Andrés Bello dibujó
en una acuarela del equinocio.
Y la hipocresia se quitará la máscara.
Y desnuda la verdad saldrá corriendo
por las veredas hacia los juncos
donde suena la flauta sus maravillosos sonidos
del viento.
Allí entre los dos puntos que nos unen.
Rafael Deliso Guerra.
20/09/2018
No hay comentarios.:
Publicar un comentario