Llegué a tu vida un día con el sol
en tu ventana y las flores
en tu mesa preparada.
Un día que no me esperabas,
o, quizás, sí, porque la semilla
queda sembrada en la promesa,
en el anhelo o la petición
silenciosa que le hacemos a Dios.
Y esa semilla aflora en el tiempo
justo y preciso.
Y queda allí silenciosa hasta
que echa raíces.
Llegaste a mi vida porque era
tu tiempo y el mío...
Y hubo una simple equivocación
de lugar y espacio.
Pero las equivocaciones no
son equivocaciones,
son la mano de Dios.
Y así como Israel que extendió
su mano derecha y la puso en la
cabeza de Efraín que era el menor
y su izquierda sobre la cabeza de
Manasés que era el mayor, así
Dios dirigue sus bendiciones
porque los caminos del Señor
son misteriosos.
Déjate, déjate guiar por el Señor.
El viento trae la lluvia.
La lluvia la promesa germinada.
El sol la cosecha esperada.
Bendita
bendita equivocación de lo
esperado.
De lo que la luz ha germinado
y en cosecha ha terminado.
Bendita luz de tus ojos
y del camino esperado.
Hoy se celebra San Antonio
en el caserío de los pinos.
Lluvia bendita que ha llegado.
Y el maíz en tu tierra
espera crecer como sustento
de una tierra de hombres de maíz.
Bendita luz y lluvia
que lo hace germinar y crecer.
Y hay cruces de manos
que por equivocación terminan
en verdades.
Verdades como tus ojos
que hacen que el maíz
y la caña florezcan
para eternizar el amor
como el camino hacia la paz.
Hacia tus manos
que vuelan a mi encuentro
como el rocío en la flor
al amanecer...
Rafael Deliso
13/06/2016
BENDITA EQUIVOCACIÓN. por Rafael Deliso. se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://ubunturamade.blogspot.com/2016/06/bendita-equivocacion.html.
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