Letrero en el viento.
No sé si llamar escrito o poesía estos pedazos
que trazo.
No sé como llamar lo que busca desnudar el alma.
Palabras que en este cuaderno busco hilar o fijar
y hasta pulir, y que me perdone la Real Academia
de la Lengua Española, por maltratar su lengua.
Porque fijar y pulir, busco en mi soledad, (en esta
tarde, y en este silencio), a mi alma, en algún rincón,
y poblarla de algunos bosques olvidados en mi
memoria.
En esta tarde.En este silencio. Nada importa.
¿Qué puede importar un alma olvidada en un rincón?
Y para que sirven los rincones sino para hacer parir, otros
rincones y más rincones en la soledad
En este momento, quizás, a ti, no te importe.
Porque en ese rincón, poblé una primavera para ti.
Y una primavera con pájaros y con flores perfumadas.
Porque sé que te gustan las flores, lo recuerdo, era una
tarde de aquellas: -¡ah mis pensamientos y crisantemos,
qué lindos están!
¿No has olvidados los que te regalé en diciembre?
Nada te conmueve más que tus jarrones de flores
en tu casa.
Cuando te pienso, ¡te pienso! Porque siempre te pienso
con amor.Es mi amor, es un amor unidireccional.
Y lo llamo así porque brota de mi y tú ni lo sabes.
Porque es un amor de muy adentro. Un amor que nació
como esa flor en un lugar menos esperado.
El amor se va decantando con los años.Toma el olor
y el sabor del buen vino.
O quizás decantado por tantos golpes y tantas desilusiones.
Los míos han llevado cierres de horizontes, caídas de cielo. vendavales de silencios, golpes de arco iris, derrumbes de crepúsculos.
Y se han fracturados de emociones y se han ahogados
en la orilla. Y ese amor ha naufragado en el ocaso
del infinito mar.
Por un barco que es llevado por los duros vientos y luceros en las hileras de ramas clavadas como agujas en el alma.
Aquí estoy en un país donde el cielo se rompe en vitrales
bermejos.
Y donde el hambre camina con miedo.
Y donde el futuro se cierra con rejas y se le pone candado.
Y aún así, como tonto idealista, te pienso. Y hablo de ti, mujer, que salvas al mundo con tu voz y vientre.Con tu fuerza y anhelo.
No sé si llamar poesía los pedazos de sueños que trazo.
Señores poetas perdonen estos bagazos o ripios que no riman.
Esta tarde no logro desnudar el alma y hacerle parir un verso.
Ni sé escribir un letrero en el viento y decirte: ¡te amo!
Es que te pienso, y no te tengo.
Y el corazón me asfixia el verso.
Y la tarde,
la tarde se va acabando,
en las cuentagotas del tiempo.
Y la lluvia empaña,
la palabra,
el verbo
y el sentimiento...
Rafael Deliso
27/02/2014
Letrero en el viento. por Rafael Deliso se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://ubunturamade.blogspot.com/.
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