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domingo, 16 de noviembre de 2014

La playa blanca.



Breve relato.
La playa blanca.


Creí que en la vida lo sabía todo.
Me ufanaba  de creer que el vivir era un
chiste y que sólo yo podía reir.
Pero la vida se reía de mí.

Prendí un cigarrillo y miré un instante
los pájaros que regresaban a sus refugios.
Me di cuenta que la vida era un frágil 
vuelo, de ir y venir.
Un atardecer más y un instante menos
en nuestra piel.

En la casa de enfrente la señora Eugenia,
muy amante de la música del Caribe,
escuchaba a Eddie Santiago, "Lluvia",
luego "Tú me haces falta" ,"Tú me quemas",
creo que esta señora me quería matar
con estas canciones.

¡Así es el Caribe!
Playa,ron, salsa y ese cuerpo alborotado
de calor y de sangre caribeña.

Me fui atrás, ¡sí! ¡sí lo recuerdo!
Mi primer amor en la playa.
Aún recuerdo su piel sobre mi piel.
En la orilla de ese mar azul y blanco,
y de esa arena cristalina.
¡La hice mía esa noche!

Mía en mis besos y en mis caricias.
Me queda su perfume y un cintillo fucsia
que guardé celosamente.Ella nunca lo supo,
y hasta hoy lo conservo en una cajita de cristal,
de mis pueriles e ingrávidos sueños de adolescente.
De ese recuerdo, las caracolas y las estrellas
de mar quedaron en mi pecho palpitando,
casi latiendo hasta hoy sin apagarse.

No olvido mis palabras  esa noche para ella:
-Carolina, mi cielo, ¡buenas noches! , duerme
con las estrellas en tu almohada y con mis besos
tibios en tus labios mojados de luz..
Ella me abrazó y me dijo:
-¡Buenas noches! mi amor.

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!  Por qué el amor es tan breve.
Los bellos momentos duran un instante en el
latido de la humanidad.
Esa noche sería única, especial, y muy tatuada
en mi alma.

¡Ya no la vería más!

Esa noche, ¡sí esa noche!
No me preguntes cómo pasó, yo nunca supe
la razón de su decisión. Ni el por qué esa noche
frente al mar, entró a sus aguas, y sus latidos
fueron espumas.
Su voz algas que entrecortaron el hilo dulce
de sus palabras y cual neblina fosforecentes
brillaba en la luna como espejo de olas batientes.
E hirieron la música de la playa en mi soledad
infinita.

Comentarios hablan de su padre y de la aversión
hacia él.
No me pregunten a mí.
Lo supe en los periódicos de la mañana siguiente.
Era apenas el guardador de esa playa los días
sábado y domingo.

A Cristóbal nunca más lo vi en esta playa.

Se dice y me consta que en las noches se ve una
mujer de bellos ojos verdes y de cabellos azabaches,
caminar sola en la orilla del mar y entrar a sus aguas.
Se me eriza la piel de gallina al ver esa figura azul
y blanca, cristalina, a la media noche,entrando en la
orilla del mar y perdiéndose adentro, mientras yo
con la mirada llena de humedad y de salitre escucho
la canción del mar en el susurro de las olas que
entristecen las huellas que van quedando en la
arena...

Al final de la vida me di cuenta que nada sabía.
Que un amor no es ceniza ni un fuego en la boca.

Lancé mi cigarrillo bien lejos.

Los pájaros se habían llevado mi corazón en sus
alas.
Y la vida se reía de mí, en los niños que jugaban
en el parque.



Rafael Deliso
16/11/2014

Relatos del sol en invierno.

Licencia Creative Commons
La playa blanca por Rafael Deliso se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://ubunturamade.blogspot.com/.

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